RECONOCE TU PROPIA IMPORTANCIA Y PODER
Reflexiona, aprende y construye tu vida

jueves, 23 de julio de 2015

AMARSE: condición necesaria para amar y ser amada

La condición necesaria para amar es amarse. 

La condición necesaria para dar es darse... 


Es una realidad que si tú das sin darte, o das algo que no te das a ti mism@, o -te quitas algo para darlo... La mayoría de las veces 

No será dar sino ¡complacer!

A veces podemos elegir de manera conciente hacerlo -pero como excepción- y si nuestra decisión es con consciencia de nuestro "propio" deseo ...Entonces atrás de este acto de dar te estarás dando a ti mism@ pues quieres cumplir con ese deseo tuyo y estarás consciente de tus intenciones y por lo tanto de tu responsabilidad.

Si en tu vida es un acto automático es importante que reflexiones sobre esto:  

Cuanto más complaces, más resentimiento vas acumulando en tu interior.

Así pues, tus relaciones las vas dejando cada vez más en desequilibrio. ¡Me deben! : cuidados, paciencia, amor, dinero, objetos, apoyo... Este desbalance en tu vida un día devolverá la factura y se cobrará. Ese resentimiento acumulado que señalo es energía que se mueve en tu interior y pugna por descargarse ya sea hacia al exterior: contra alguien o contra otro@s o de plano hacia ti mism@, a tu salud, a tu motivación.


Todo esto viene de un principio muy real: las relaciones más sanas que tenemos se basan en un equilibrio del dar y recibir. Cuando recibimos tenemos ganas de dar de regreso y de forma espontánea cuando el otro recibe también desea darte de regreso algo. Así es como el vínculo se va creando y fortaleciendo en el tiempo.
Así que te invito a que reflexionemos un poco más sobre este tema del amarse, de construir autoestima pues es la plataforma esencial para nuestra felicidad.


La autoestima es una conciencia de nosotras mismas en el mundo y por lo tanto una visión del mundo y de la vida. Tiene una dimensión afectiva: emociones, afectos, deseos sobre una misma, sobre la propia historia, los acontecimientos que nos han marcado… las experiencias de vida y también las fantaseadas, imaginadas, soñadas. La autoestima es memoria y olvido.

Como experiencia subjetiva la autoestima puede ser consciente pero básicamente es inconsciente ¡Esto es muy importante por la profundidad que tiene el reconstruirla y desmontarla de nuestras historias familiares en un contexto patriarcal!

Muchas mujeres nos preguntamos cómo elevar nuestra autoestima y creemos que necesitamos aprender algo que no está en nuestro repertorio de conductas, sentimientos y pensamientos. Podemos también hacernos la pregunta sobre lo que deberíamos des-aprender para tener el camino más libre para sentirnos bien con nosotras mismas.

La construcción de nuestra autoestima es un proceso largo con muchos ángulos a revisar. Implica entre otros asuntos estar dispuestas a soltar las ganancias de una identidad sin autoestima… una identidad que espera su definición y su estima de los otros… de dependencia… Una identidad que construimos o más bien que no terminamos de construir en nuestra infancia.
No quedarnos en el  sufrimiento y angustia por no sentirnos amadas lo suficiente… y sentirnos víctimas,  impotentes… ¡Sí! Impotentes, sin poder.  Sin poder amarnos… actuar… elegir… decidir… pedir ayuda, afirmarnos… transgredir y transmutar esas imágenes de abandono, imposibilidad, invisibilidad… en espacios de libertad para inventar nuestras propias vidas, responsabilizándonos de las consecuencias de nuestras decisiones.

Algo que podríamos observar es cuánto nos esforzamos por agradar  a los demás para ser apreciadas… estimadas.  Y por otro lado cómo es que cuanto más complacemos más nos vamos llenando de resentimiento cuando no logramos que nos miren con el amor y reconocimiento que nosotras mismas no encontramos en nosotras mismas. Buscando AFUERA… una mirada amorosa que no sabemos cómo darnos.

La mirada de valoración de nuestra cultura patriarcal a las mujeres ha sido por siglos hacia la madre… Una valoración de las mujeres por su función biológica de parir y criar a los niños. Se cree natural que cuidemos a los otros olvidándonos de nuestras necesidades. Así, en cierta manera,  cuanto más nos olvidamos de nosotras mismas cediendo a las necesidades y proyectos de los otros… postergando los nuestros…  más buenas somos… más lindas y por lo tanto supuestamente más queribles… apreciadas. ¿A qué costo?!

Esto es contradictorio a nuestra autoestima y no quiero decir que ahora ya no debemos querer o cuidar a los demás, sólo intento explicar cómo es que el autoamor es la condición necesaria para el amor y del cómo las mujeres en términos de nuestra educación cultural estamos entrenadas a lo contrario como cualidad femenina. Este hecho, como un factor a tomar en cuenta en nuestro proceso de autoconciencia.

Existe una doble mirada a la mujer: la santa (madre) y la puta.  No se espera tradicionalmente, que las mujeres desarrollemos cualidades, funciones, trabajos, comportamientos que han sido exclusivos de la definición del rol masculino. Los lugares valorados para las mujeres son al lado de un hombre… como su ayudante… ayudantes de los otros… Con esto es fácil entender ciertas dificultades en nuestro camino al éxito. Así, también se puede explicar cómo los hombres tendrían  más miedo al fracaso y las mujeres al éxito pues nos salimos de nuestro lugar cultural.

Por supuesto el asunto de nuestra autoestima no se queda ahí, en lo externo, en lo que exige nuestra cultura. Tampoco es una cuestión de voluntad o por decreto oficial… No es una cuestión de autocontrol como recurso disciplinario que te conducirá a la asertividad y a la valoración… como: ¡cree en ti!, ¡valórate!, ¡quiérete! No es automático. Requiere de un gran trabajo sobre nosotras mismas y muchas veces pedir ayuda profesional para poder revisar experiencias dolorosas en las que seguimos atoradas pues existe una repetición de ese malestar. Se han vuelto filtros para vernos en un lugar en la familia, en la escuela, con las amistades, en tus logros y  fracasos, de lo que se espera de ti y lo que no se espera de ti…

ES importante que realicemos un desplazamiento de nuestra mirada hacia afuera y hacia adentro. Pasar de sentirnos culpables a sentirnos responsables. De dependientes de la mirada de los otros a crear espacios internos de una mirada de aceptación para nosotras mismas. Al final el cambio tiene un costo pero dejar las cosas como están también tiene su costo...


Maryamparo De la Vega Morell

www.maryamparodelavega.com


1 comentario:

Espero tu comentario y alguna pregunta para seguir explorando temas de tu interés en este camino de la construcción de tu poder.