RECONOCE TU PROPIA IMPORTANCIA Y PODER
Reflexiona, aprende y construye tu vida

miércoles, 5 de agosto de 2015

SER MUJER o ser hombre, TE DUELE: los costos de obedecer los mandatos culturales.

Adecuarnos a lo que se espera de un@ mism@ como mujer o como hombre -de ser y comportarse de "manera femenina o masculina- en esta cultura patriarcal es como invisibilizar y callar muchas de nuestras cualidades personales y por lo tanto recortarnos como personas a la mitad y esto DUELE. 



Duele cuando te dicen que tu audacia: no es femenina. Que ese deporte no es para mujeres. Que tu afirmación y asertividad, siendo mujer, fue percibida como muy agresiva. Que ser ambiciosa es ser masculina. Que negociar es ser mujer egoísta.

Si alguna vez habías escuchado o sentido esto es justo de lo que quiero hablar en este ensayo y es sobre los mandatos culturales que se vuelven deberes y obligaciones los cuales deben ser cumplidos y cuando no es así se tendrán que afrontar sus sanciones. 

Ana María Fernández, psicoanalista feminista, señala que existe un sufrimiento psíquico resultado de las imposiciones de estos mandatos de género y que representa el precio psíquico que las mujeres -y en su caso los hombres- pagamos por las limitaciones que implican dichos deberes culturales.

Marcela Lagarde, antropóloga feminista, señala que el lugar visible de las mujeres está reducido "a la sexualidad, a la inferioridad y a la minoridad. Por eso, cuando somos subsumidas en lo humano, se nos asigna como condición de género y contenido de vida personal ser-para-otros-y-de-otros". 

Así pues, cuando pensamos en nosotras mismas, nuestros metas y ambiciones resultamos para mucha gente como egoístas pues nuestro deber sería pensar primero en otros y no en nosotras mismas  y pagamos las sanciones de ser señaladas no sólo como egoístas sino como poco probables de ser elegidas como parejas de un hombre que espera tu abnegación. 

Abnegación, según la Real Academia de la Lengua Española es: sacrificio que alguien hace de su voluntad, de sus afectos o de sus intereses, generalmente por motivos religiosos o por altruismo y agrego: por motivos de mandatos culturales de género en el que se espera que las mujeres seamos --naturalmente-- altruistas y no negociadoras. 

Se espera que los hombres sean --naturalmente-- asertivos y negociadores y cuando no lo son... son débiles. Pero cuando una mujer es negociadora, es decir, que sabe lo que quiere y cómo lo quiere, no es femenina y se percibe como agresiva indeseable y temida.


¿Quiénes aplicamos las sanciones? Nosotros todo@s!!!!! Sí, tanto hombres como mujeres somos los vigilantes de que nadie salga de la norma social:

Las mujeres también contra las mujeres mismas: Ya viste "ésta.. será la mujer de mi hijo -mi nuera- y no me gusta para él... es demasiado egoísta (afirmada) pues continuará haciendo su carrera aún después de casada...Debería dedicarse sólo a mi hijo.

o: ...Mi hija se casará con un mal hombre y no me gusta para ella : no la dejará continuar su carrera después de casados y mi hija está triste pero es tan buena mujer (abnegada) que ya aceptó:

 ¡¡¡tendrá sufrimiento de género y algún día esto explotará o implotará!!!


Así es!!!,  explotará pues los seres humanos no importando el sexo y el género asignado o elegido, tendemos a actualizar todos nuestros potenciales y estas limitaciones impuestas van desequilibrando nuestras relaciones con juicios y actos de opresión para quien están dirigidas hasta que ya no podemos seguir soportándolo y :

  1. pedimos ayuda, orientación psicológica, individual, de pareja o de familia para poder identificar, expresar nuestros sentimientos y necesidades con nosotros mism@s primero, luego con la pareja o con las personas que nos relacionamos. 
  2. o seguimos... y explotamos con los que nos rodean y muchas veces son los hijos, o los padres o en el trabajo...
  3. o implotamos, es decir, esa energía que no se expresó se vuelve contra sí mismo@ y nos enfermamos. 
Así pues, como escribí en un artículo en el libro La Intolerancia a lo Femenino: "La angustia de ser cada mujer" surge de las contradicciones entre nuestros deseos y esta realidad civilizatoria, los malestares cotidianos de las exigencias de inferioridad por pertenecer al género femenino,y las diferencias que cada mujer en su individualidad desea y necesita construir, van construyendo y manteniendo esta angustia: este sufrimiento de género llamado así por Ana María Fernández.

 Dice Celia Amorós, filósofa feminista, que emanciparse con respecto a -nuestra - situación de subordinación pasa necesariamente para las mujeres por un proceso en el que debemos poner en cuestión la diferencia genérica que nos ha sido asignada como una construcción --política, cultural, simbólica y agrego- psicológica- a la que no queremos estar sujetas y de la cual, en esa misma medida nos desidentificamos.

Para finalizar este pequeño escrito les diré que iré compartiendo y señalando realidades vividas en mi consultorio y en especial en producto de muchos años de experiencias con grupos de mujeres en psicoterapia individual y de grupo.
Estas experiencias me han permitido vivir y mostrar la experiencia de las mujeres en sus proceso de conciencia con otras mujeres como una condición que posibilita la expresión y elaboración del sufrimiento de género.

Conocer y confrontar las maneras en que los mandatos culturales de obediencia-sanción están tejidos consciente e inconscientemente en nuestros discursos y por lo tanto subrayar y reconocer una aproximación psicoterapéutica con enfoque de género para el tratamiento de las demandas de cura de cada paciente y de cada grupalidad de mujeres y también de los hombres. 

Maryamparo De la Vega Morell
www.maryamparodelavega.com


lunes, 27 de julio de 2015

EL DEBER DE SER FELICES: prioridad número uno en la construcción de tu autoestima.

“No hay deber más subestimado por las mujeres que el deber de ser felices” 




Esta frase de la Dra. Graciela Hierro, filósofa feminista, me golpeó de fondo: ¡es cierto! pensé,  la mayoría de las mujeres aprendimos como deber femenino a poner en primer lugar la felicidad de los otros y tanto se espera de nosotras en este sentido que se cree que viene en nuestro DNA el ver por otros y el estar dispuestas hasta el sacrificio por conseguirlo.
No pensamos en nuestra felicidad como prioritaria como algo que hay que construir y defender por nosotras mismas y para nuestra propia felicidad. 

Esta es una de las razones por las que con frecuencia las mujeres nos sentimos con baja autoestima, pues creemos que para ser queridas o aceptadas tenemos que querer más a los otros que a nosotras mismas y desde esta premisa fomentamos relaciones en las que perdemos el equilibrio del dar y recibir, invertimos nuestro tiempo para alcanzar la satisfacción de las necesidades de los que amamos y no buscamos nuestra propia felicidad como un deber personal.

Es una gran satisfacción darles a los que amamos, lo grave reside cuando nos olvidamos de nosotras mismas, nuestras necesidades y deseos personales. Y lo peor, es que eso es lo que se espera "de una buena mujer" y muchas veces quedamos anuladas e invisibilizadas de nuestras propias vidas con esta conducta inconciente y automática.

Todas estas realidades culturales crean extraordinarios conflictos en las mujeres en nuestro esfuerzo por cambiar los roles asignados y en realizar y afirmar nuestras propias necesidades.

 Con la inseguridad y autonegación aprendida… ¿Cómo vamos a ser nuestras  propias  mejores  amigas? No es fácil pues tenemos siglos de tradición encima y nosotras mismas lo recreamos cuando no tenemos la conciencia y no ponemos límites a esta tendencia a menos de que hagamos conciencia de esta gran necesidad de reconocernos y escucharnos a nosotras mismas. Ponernos en primer lugar en nuestra vida aceptando la responsabilidad de que somos las capitanas de nuestro barco y de la dirección que tomamos y sus consecuencias.

El cambio y construcción de nuestra autoestima es un proceso que se lleva tiempo y conciencia.

  • La conciencia primero de que no estás a gusto con ciertos asuntos en tu vida y que deseas hacer algo por transformarlo.
  • Que te tomes en serio y decidas ser la primera persona en tu vida,
  •  Reflexionar acerca de tus aprendizajes en tu familia y escuela
  •  Reemplazarlos por una negociación más justa de tu propio tiempo de vida y espacios para tu vida.
  • Observar que tanto cedes... con el famoso qué te cuesta... que ¡sí te cuesta! Te cuesta tu tiempo de vida y empieces a tomar en cuenta tu propia voz.


Maryamparo De la Vega Morell

www.maryamparodelavega.com
www.hekateespacio.org  

"Reencuentra tu Propia Importancia y Poder"


jueves, 23 de julio de 2015

AMARSE: condición necesaria para amar y ser amada

La condición necesaria para amar es amarse. 

La condición necesaria para dar es darse... 


Es una realidad que si tú das sin darte, o das algo que no te das a ti mism@, o -te quitas algo para darlo... La mayoría de las veces 

No será dar sino ¡complacer!

A veces podemos elegir de manera conciente hacerlo -pero como excepción- y si nuestra decisión es con consciencia de nuestro "propio" deseo ...Entonces atrás de este acto de dar te estarás dando a ti mism@ pues quieres cumplir con ese deseo tuyo y estarás consciente de tus intenciones y por lo tanto de tu responsabilidad.

Si en tu vida es un acto automático es importante que reflexiones sobre esto:  

Cuanto más complaces, más resentimiento vas acumulando en tu interior.

Así pues, tus relaciones las vas dejando cada vez más en desequilibrio. ¡Me deben! : cuidados, paciencia, amor, dinero, objetos, apoyo... Este desbalance en tu vida un día devolverá la factura y se cobrará. Ese resentimiento acumulado que señalo es energía que se mueve en tu interior y pugna por descargarse ya sea hacia al exterior: contra alguien o contra otro@s o de plano hacia ti mism@, a tu salud, a tu motivación.


Todo esto viene de un principio muy real: las relaciones más sanas que tenemos se basan en un equilibrio del dar y recibir. Cuando recibimos tenemos ganas de dar de regreso y de forma espontánea cuando el otro recibe también desea darte de regreso algo. Así es como el vínculo se va creando y fortaleciendo en el tiempo.
Así que te invito a que reflexionemos un poco más sobre este tema del amarse, de construir autoestima pues es la plataforma esencial para nuestra felicidad.


La autoestima es una conciencia de nosotras mismas en el mundo y por lo tanto una visión del mundo y de la vida. Tiene una dimensión afectiva: emociones, afectos, deseos sobre una misma, sobre la propia historia, los acontecimientos que nos han marcado… las experiencias de vida y también las fantaseadas, imaginadas, soñadas. La autoestima es memoria y olvido.

Como experiencia subjetiva la autoestima puede ser consciente pero básicamente es inconsciente ¡Esto es muy importante por la profundidad que tiene el reconstruirla y desmontarla de nuestras historias familiares en un contexto patriarcal!

Muchas mujeres nos preguntamos cómo elevar nuestra autoestima y creemos que necesitamos aprender algo que no está en nuestro repertorio de conductas, sentimientos y pensamientos. Podemos también hacernos la pregunta sobre lo que deberíamos des-aprender para tener el camino más libre para sentirnos bien con nosotras mismas.

La construcción de nuestra autoestima es un proceso largo con muchos ángulos a revisar. Implica entre otros asuntos estar dispuestas a soltar las ganancias de una identidad sin autoestima… una identidad que espera su definición y su estima de los otros… de dependencia… Una identidad que construimos o más bien que no terminamos de construir en nuestra infancia.
No quedarnos en el  sufrimiento y angustia por no sentirnos amadas lo suficiente… y sentirnos víctimas,  impotentes… ¡Sí! Impotentes, sin poder.  Sin poder amarnos… actuar… elegir… decidir… pedir ayuda, afirmarnos… transgredir y transmutar esas imágenes de abandono, imposibilidad, invisibilidad… en espacios de libertad para inventar nuestras propias vidas, responsabilizándonos de las consecuencias de nuestras decisiones.

Algo que podríamos observar es cuánto nos esforzamos por agradar  a los demás para ser apreciadas… estimadas.  Y por otro lado cómo es que cuanto más complacemos más nos vamos llenando de resentimiento cuando no logramos que nos miren con el amor y reconocimiento que nosotras mismas no encontramos en nosotras mismas. Buscando AFUERA… una mirada amorosa que no sabemos cómo darnos.

La mirada de valoración de nuestra cultura patriarcal a las mujeres ha sido por siglos hacia la madre… Una valoración de las mujeres por su función biológica de parir y criar a los niños. Se cree natural que cuidemos a los otros olvidándonos de nuestras necesidades. Así, en cierta manera,  cuanto más nos olvidamos de nosotras mismas cediendo a las necesidades y proyectos de los otros… postergando los nuestros…  más buenas somos… más lindas y por lo tanto supuestamente más queribles… apreciadas. ¿A qué costo?!

Esto es contradictorio a nuestra autoestima y no quiero decir que ahora ya no debemos querer o cuidar a los demás, sólo intento explicar cómo es que el autoamor es la condición necesaria para el amor y del cómo las mujeres en términos de nuestra educación cultural estamos entrenadas a lo contrario como cualidad femenina. Este hecho, como un factor a tomar en cuenta en nuestro proceso de autoconciencia.

Existe una doble mirada a la mujer: la santa (madre) y la puta.  No se espera tradicionalmente, que las mujeres desarrollemos cualidades, funciones, trabajos, comportamientos que han sido exclusivos de la definición del rol masculino. Los lugares valorados para las mujeres son al lado de un hombre… como su ayudante… ayudantes de los otros… Con esto es fácil entender ciertas dificultades en nuestro camino al éxito. Así, también se puede explicar cómo los hombres tendrían  más miedo al fracaso y las mujeres al éxito pues nos salimos de nuestro lugar cultural.

Por supuesto el asunto de nuestra autoestima no se queda ahí, en lo externo, en lo que exige nuestra cultura. Tampoco es una cuestión de voluntad o por decreto oficial… No es una cuestión de autocontrol como recurso disciplinario que te conducirá a la asertividad y a la valoración… como: ¡cree en ti!, ¡valórate!, ¡quiérete! No es automático. Requiere de un gran trabajo sobre nosotras mismas y muchas veces pedir ayuda profesional para poder revisar experiencias dolorosas en las que seguimos atoradas pues existe una repetición de ese malestar. Se han vuelto filtros para vernos en un lugar en la familia, en la escuela, con las amistades, en tus logros y  fracasos, de lo que se espera de ti y lo que no se espera de ti…

ES importante que realicemos un desplazamiento de nuestra mirada hacia afuera y hacia adentro. Pasar de sentirnos culpables a sentirnos responsables. De dependientes de la mirada de los otros a crear espacios internos de una mirada de aceptación para nosotras mismas. Al final el cambio tiene un costo pero dejar las cosas como están también tiene su costo...


Maryamparo De la Vega Morell

www.maryamparodelavega.com


miércoles, 22 de julio de 2015

COMUNICARSE... Reflexiones para una comunicación plena.

Vivimos en el planeta de la Relación
De la Diferencia. Y la mayor meta será la de Amar.
Y el reto más difícil, comunicarse.

Comunicarse significa existir como ser sin igual, diferente del otr@, y reconocer todo el tiempo algo en común que nos hace lo mism@. Ser y coexistir con los otros con sus cualidades positivas y también con sus cualidades negativas.





Toma en cuenta que comunicarnos implica una interpretación personal de nuestra realidad interna y externa. Nuestros sentimientos y pensamientos. Nuestras sensaciones y toda nuestra corporeidad.Y toda esta complejidad también en el Otro con el que nos queremos comunicar.

Así pues se vuelve un deber existencial crear una ética inter-relacional para comunicarte que incluirá que te conozcas lo suficiente para expresar quién eres, cómo y qué quieres o no, cuándo lo quieres. Cómo realmente te sientes y piensas, frente a qué situación específica.

Ofrecer claridad en tu comunicación para invitar al otro(s) a tener su "propia" claridad.

 Saber ¡Qué? ¡Cómo? ¡Cuándo? ¡Por qué? ¡Con quién? ¡Para qué? ¡En dónde?  ¡Desde dónde? ¡Hasta dónde? 

Comunicar es dar y recibir. Es compartir de ida y de regreso.

Una primera idea fundamental de comunicarse será la de hablar en primera persona del singular: YO.

Así que tus frases comenzarán mostrándote:. YO SIENTO, YO PIENSO , YO CREO...

HAblar en primera persona implica asumir responsabilidad por tu vida y al mismo tiempo es tan fuerte hacerlo pues al otr@ lo invita a hacer lo mismo.

All you need is love tema de una canción famosa de los Beatles afirmación tan certera del asunto más difícil y más necesario de abordar en nuestro mundo. 

¿Quién no necesita amor? Tod@s lo necesitamos. Y  el amor se construye día a día. Así es, un contrato o una promesa  de un día ... no lo hace para siempre. El amor no es un deber es una propuesta para vivir felices cada día juntos. ES un trabajo a realizar y la comunicación es la llave.

Necesitamos ser vistos, escuchados, tocados, sentidos, ser significados y significativos para alguien.Y ningún OTRO tendrá la obligación de dárnoslo. Es una construcción MUTUA.

ES el fenómeno más complejo y difícil para ser conquistado en nuestro mundo.

Uno de mis maestros decía que el odio y el dolor provenía de nuestra frustración en el dar y recibir amor. El miedo a amar viene de nuestras decepciones, experiencias negativas en las que nos hemos sentido inadecuad@s y entonces para protegernos construimos muros de contensión, de máscaras, de hábitos de relación que evitan que volvamos a sentirnos vulnerables y son tan efectivos para cerrarnos que también evitan que nos acerquemos o se acerquen personas o situaciones que podrían ser buenas oportunidades para dar y recibir amor.

Estas barreras que construimos nos protegen de no experimentar ciertos sentimientos, nos ayudan a escondernos de nosotros mismos de aquellos que no queremos aceptar y volver a sentir. Por lo que nos cortamos la conexión con nuestro corazón y de éste con el mundo entero.

Así que nuestros con nuestros miedos cortamos la comunicación con nosotr@s mismos y con los otr@s. Así que nuestros signos de malestar los pasamos desapercibidos y también los signos de alegría les damos un valor similar pues nuestro registro de experiencia está en su mínimo de recepción.

Aún así, nuestros miedos y decepciones permanecen. Pero no podemos mantener estas defensas por mucho tiempo. La energía viva que en psicoanálisis le llamamos libido o energía de vida siempre pugna por salir y resolver la necesidad que hay detrás en lo más profundo. Si no escuchamos esta necesidad que pugna por resolverse, si no la expresamos hacia afuera la presionamos hacia dentro y en algún momento de fragilidad saldrá en el momento en que menos lo hubiéramos deseado como un lapsus, se me salió decir o hacer... o nos enfermamos. Explotamos o implotamos como en algún ensayo anterior les describía.

¿Cómo podemos aprender de nuestras experiencias dolorosas para poder construir un corazón abierto a la vida, a lo bueno, a lo que nos nutre en muchos sentidos y al mismo tiempo darnos cuenta cuando hay que cerrar y proteger para poder entrar en conflicto y salir con el regalo que cada ocasión nos puede brindar si estamos abiertos de mente y corazón? Y una de las claves es saber COMUNICARNOS.

Confrontarnos con nosotros mism@s con lo que no hemos querido ver no es fácil y menos aún confrontarnos con los otr@s. Necesitamos aprender a contactarnos con nuestro interior, el que no nos agrada y también con el que nos agrada. 
Hacer silencio y escucharnos y luego aprender a comunicar claramente lo que queremos y lo que no queremos a los otr@s al mismo tiempo que escuchar lo que tienen para decirnos. 

Todo esto son habilidades humanas esenciales para una existencia plena.

Uno de los conflictos más grandes que obstaculizan nuestra comunicación con las personas que más nos interesan es precisamente el no ver y saber de nuestros puntos ciegos. El tener toda esta cobardía de no reconocer nuestro dolor y del cómo contribuímos a nuestra infelicidad y la de los otros. 

EL dolor es un sentimiento complejo pues contiene al mismo tiempo varios sentimientos condensados en una experiencia.

Los puntos ciegos nos llevan directamente a acciones ciegas. Por lo que conectarnos con nuestro corazón será la primera tarea que les propondré para poder renovar y mejorar la manera en que te comunicas.

El saber de ti resuelve la pregunta del ¿qué? comunicar.

Te invito a que hagas la prueba esta semana y observes lo que pasa contigo y con el-los otros. 
Saludos,
Maryamparo De la Vega
www.maryamparodelavega.com











FRASES clave para decidir tu actitud frente a un nuevo ciclo en tu vida

No le cortes las alas a tus sueños porque estos son los que le dan libertad a tu alma.
Flavia Weedn
  • "Hija: La Felicidad es un Acto de Valor. Atrévete!!!" Mi madre

    "NUestros deseos son susurros de nuestro yo auténtico. Aprende a respetarlos y a escucharlos." Sarah Ban Breathnach
  • "Las cosas de la vida... dependen de cómo las vemos, de cómo pensamos sobre ellas y no tanto de cómo son en sí mismas" Carl Jung.

    ¡Preparémonos para recibir una nueva oportunidad. Celebremos que estamos vivos para poder reflexionar en cómo queremos recibir los nuevos días que siguen en nuestra vida.

                                                    ¡Les deseo lo mejor para este nuevo ciclo!
                                                                             Maryamparo
                                                      www.maryamparodelavega.com

martes, 7 de julio de 2015

Invitación NUEVOS GRUPOS. Iniciaremos en septiembre 2015.


Nuevos grupos para septiembre 2015
Entre semana miércoles de 10 a 12 horas. Duración 16 sesiones.
O a elegir en sábados una vez al mes de 17 a 21:00. Duración 8 sesiones.
Aparta tu lugar!!! 
CUPO LIMITADO a 8 participantes.


¡RASGOS DEPRESIVOS? Nuestra SALUD MENTAL y FÍSICA: ¡MUJERES!


¿Qué tanta energía vital invertimos en nuestro bienestar?


Sabías tú que en un estudio en EUA  encontraron que la salud de los hombres era mejor cuando están casados que si no lo están, el matrimonio les favorece en su carrera educativa y laboral, y la salud de las mujeres, en muchos de los casos, empeora cuando están casadas. Parte del problema es que nuestro rol tradicional de cuidado a los otros como identificación central de las mujeres en nuestra cultura, impone un “deber-ser” y  nos impele a dejar al final los asuntos de nuestro bienestar como un valor esencial femenino por sí mismo. Así que, muchas veces nuestra salud es un tema en segundo lugar y a veces el último.

La visión tradicional médica no nos ayuda mucho pues nos definen a las mujeres como dependientes de nuestra biología, las hormonas, así que somos para ellos, lábiles,  cambiantes, repentinas, vulnerables y hasta enfermizas y un poco locas. Han hecho toda una imagen de las mujeres con una subjetividad de fragilidad y no de nuestras fortalezas.
El día de las madres se aprovecha para destacar las cualidades de cuidado y nos elevan a la calidad de ángeles a los que hay que regalarles las licuadoras y lavadoras para el hogar y mejorar los cuidados a otros. Llegamos a pensar que si yo cuido bien de los demás… yo estaré bien y las estadísticas en México demuestran que los casos de enfermedades en las mujeres en un alto porcentaje se presentan en estadios avanzados y a veces ya no hay mucho que hacer para la reversibilidad de la situación. Así que mucha atención con eso de  que… luego me atiendo,…primero es el pago de esto y lo otro…  esto es pasajero… Por ahora no me puedo enfermar, ni cansar.

 La mayoría de las pacientes de muchos doctores somos las mujeres y con mucha frecuencia la causa es la depresión y el cansancio… y cada vez más encontramos mujeres tomando fármacos para dormir y controlar sus emociones… adormilando su energía… silenciando sus necesidades… suprimiendo su vida.

Estoy de acuerdo con los fármacos solamente cuando son una decisión personal y como complemento de ayuda en un marco de revisión y toma de poder sobre nuestras vidas y emociones aún en la depresión. Que ayuden a bajar la angustia para poder confrontarnos con nuestras verdades mientras al mismo tiempo, hacemos ejercicio, retomamos el aprendizaje de nuevas cosas, asistimos a psicoterapia, leemos, nos divertimos y pedimos ayuda para compartir nuestras vidas con otros que nos aman.

Uno de los factores depresivos en las mujeres es el patrón de volver la agresividad contra sí mismas, auto reproche, se inculpan de la falta de logros: es que soy floja… no puedo. Existe una gran dependencia de las opiniones de los otros sobre su trabajo doméstico o extradoméstico, que las pone en un estado de vulnerabilidad.

Es tiempo de que reconozcamos nuestra propia importancia y poder y aprovechar nuestras crisis como oportunidades de crecimiento y no para deprimirnos y encerrarnos más en estas condiciones sociales que no nos ayudan a consolidar una buena autoestima.  No adaptarnos sino cuestionarnos las condiciones opresivas que provienen de aprendizajes y creencias  tanto de la familia, como del trabajo y que reproducimos en nuestra vida cotidiana en todas nuestras relaciones.

La doctora Mabel Burín investigadora y psicoanalista argentina,  estudió la situación social, económica y psicológica de  mujeres entre los 48 y 55 años, profesionistas, casadas y con hijos pequeños, la mayoría,--  por lo que descartó el síndrome del nido vacío--, encontró que la depresión,  más que deberse a una cuestión hormonal, pues todas ya habían pasado una menopausia precoz a los 40,  provenía de las exigencias en su trabajo por destacar y por las pocas oportunidades que tienen para lograrlo, percibiendo todas ellas un techo de cristal al que no podían traspasar, además de que sus salarios eran más bajos que el de los hombres en su mismo nivel. Las investigadoras anglosajonas que señalaron este fenómeno de la percepción de un tope al que llegaban las mujeres profesionistas en sus países en diferentes empresas,  encontraron otro factor al que llamaron el piso pegajoso para referirse a un compromiso intenso de las mujeres por  los roles maternos que les hace muy difícil salirse de ellos.

Te invito a que reflexiones sobre este tema y te recomiendo aproveches herramientas de ayuda a tu salud, y consideres la psicoterapia y los grupos de reflexión,  para realizar esta revisión de tu vida y hacerte un “Espacio Propio” para reconocer, denunciar y negociar mejores condiciones para las mujeres, para ti misma, tu madre, tu hermana, tu hija, tus amigaspara todas.


Maryamparo De la Vega Morell
www.maryamparodelavega.com